La Regulación del Sistema Nervioso: La Clave para la Salud y el Bienestar

¿Te sientes a menudo tenso, irritable o agotado sin motivo aparente? ¿Te cuesta dormir o desconectar de la preocupación constante? Tu cuerpo y tu mente están intentando decirte algo: tu sistema nervioso necesita regularse.

Vivimos en un mundo que no para. Estrés, prisas, responsabilidades y estímulos constantes hacen que nuestro sistema nervioso esté casi siempre en modo alerta. Esta hiperactivación no solo genera ansiedad, irritabilidad o insomnio, sino que, con el tiempo, puede afectar nuestra salud física, emocional y mental. Por eso, aprender a regular nuestro sistema nervioso es fundamental. Pero, ¿qué significa realmente y cómo podemos lograrlo?

¿Qué es la regulación del sistema nervioso?

Nuestro sistema nervioso controla cómo respondemos al mundo: nos protege del peligro, nos permite sentir placer, procesar emociones y mantenernos conectados con nosotros mismos y con los demás.
Cuando está regulado, nos sentimos tranquilos, presentes y capaces de responder a los desafíos sin sentirnos abrumados. Cuando está desequilibrado, podemos caer en patrones de estrés crónico, ansiedad, tristeza o desconexión.

Por eso es fundamental aprender a regular nuestro sistema nervioso, para poder vivir con más calma, claridad y presencia.

Nuestro sistema nervioso se divide en dos grandes ramas:

• Sistema simpático: Activa la respuesta de “lucha o huida”. Es nuestro modo de supervivencia. Cuando está activo, el corazón late más rápido, la respiración se acelera, los músculos se tensan y la mente se enfoca en el peligro. Por ejemplo, recibir una mala noticia, discutir o sentirse constantemente presionado mantiene nuestro cuerpo en este modo.
• Sistema parasimpático: Promueve la calma y la recuperación. Es el modo de “descanso y digestión”. Cuando está activo, la respiración se vuelve más profunda, la frecuencia cardíaca baja y podemos relajarnos, procesar emociones y conectar con el presente.

Idealmente, nuestro sistema nervioso alterna entre estos modos de manera equilibrada. Pero muchas veces permanecemos demasiado tiempo en modo supervivencia, agotando nuestro cuerpo y mente.

Modo supervivencia vs. modo vivir en presencia

• Modo supervivencia: Nos mantiene alerta, pero nos desconecta de nosotros mismos y de los demás. La vida se percibe como una sucesión de amenazas y exigencias. Podemos sentir ansiedad constante, irritabilidad, miedo o desconexión emocional.
• Modo vivir en presencia: Nos permite experimentar la vida con claridad, calma y conciencia. Nos sentimos capaces de gestionar emociones, tomar decisiones conscientes y disfrutar de los momentos sin ser arrastrados por la tensión constante.

Cómo la terapia Gestalt ayuda a regularnos

La terapia es una herramienta poderosa para aprender a reconocer y regular nuestro sistema nervioso. Algunos beneficios incluyen:

• Conciencia emocional: Identificar cómo y cuándo nuestro cuerpo se activa o se bloquea.
• Herramientas prácticas: Técnicas de respiración, mindfulness, autoobservación y estrategias para calmar la mente.
• Procesar experiencias: Sanar emociones reprimidas que mantienen al cuerpo en alerta constante.
• Cambiar patrones: Aprender a responder desde la calma en lugar de reaccionar desde el estrés.

Aprender a regular nuestro sistema nervioso no es un lujo, es una necesidad para nuestra salud y bienestar integral. Si sientes que tu vida está marcada por la tensión, la ansiedad o la desconexión, la terapia puede ayudarte a reconectar con tu calma, tus emociones y tu capacidad de vivir plenamente.

Si resuena contigo y quieres sentirte mejor, dar el paso hacia la Terapia Gestalt puede ser el inicio de un cambio profundo y duradero.